Nos sentamos en las orillas de la noche. Nos sentimos lejanas. Nos volvemos extrañas. El aire dulce hace un buen respirar pero hay nostalgia alrededor, sábanas blancas y pureza extraviándose, yendo en círculos, Persiguiéndose más allá del humo del cigarro en la boca de ella, mi ella, mi parte.
Ocurre un cierre de telón, un ritmo que varía en los cuerpos, un desvanecimiento en el tiempo. Siento que falta algo que puede parecer irremplazable, que se esfuma como el placer en la boca, o el alejamiento de los momentos felices, cuando todos se van, y la soledad se acompaña con música al fondo y luces bajitas.
Ignoro cómo hacer que ella me sonría. Trato de pensar en toda su vida, lo que hacía antes de estar conmigo. Atravieso el túnel. Desfilan sus relatos en mi cabeza. Los textos que me arroja al hablar. Me tranquilizo cerrando los ojos para buscar lo que le provoca calma. Entonces ella me examina, y se vuelve densa, gira sus movimientos con la mayor lentitud posible, y se arrastra sobre la cama fingiendo sonreír…Y Es que a mí su mirada me esta pesando como millares de gotas sobre el pecho.
Yo veo sus ojos, espero en lo oscuro de sus pupilas. Con la certeza de que mi fuego no la abrasa, y no puede encender pasiones que nos tumben en el pequeño e intacto lecho.
¡Debería poder sostenerla. Tomarla en mis brazos, llevarla más arriba. Mostrarle silencio. Pero ella se robustece, se agranda, alzando una voz casi profética que me acalla...Yo me inspiro, me vulnero, me muerdo las manos ansiosas de vencerla. Y pierdo. Me lanzo con sus angustias y las acaricio. Me ilumino. La enternezco, la obligo a verme. Pequeñas flechas la hieren delicada, felizmente.
1 comentario:
Delicia Triste....
Aguijón Agridulce que inquieta en lo más profundo......
Delicia Triste
que entre tantos pretéritos futuros.....:
ES
BESOS
BESOS
Agus.
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