domingo, 9 de mayo de 2010

Cuando llego al bosque eres el aire. Allí apareces con toda la fuerza de la espiral del mundo, amazona, compañera salvaje que llevas en tu pulso el del amor, savia de siglos de una especie nómade ebria de raíces. En el silencio de sombras una siembra de luz florece el porvenir.
Cuando llego al bosque los mensajeros del cielo enmudecen . Mi corazón, niña mía subterránea, mi corazón…hierba de mar en tus aguas dulces.

2 comentarios:

@Intimä dijo...

La luz todo lo reverdece.
Un besito :-)

Anónimo dijo...

Cielos!!! pero que letras más exquisitas.

Me E.N.C.A.N.T.O.

Unabrazo
Marlene